El paisaje, las flores y el acto de encontrarlas con el archivo y la memoria, son parte del quehacer de Melissa Dávila en su proceso artístico. Mismo que tiene como objetivo el encontrar la relación de la fotografía con el ser humano, como es que esta atraviesa la memoria, define la identidad y la encuentra ahí, preguntándose en la comodidad de un jardín frondoso, ¿Son las Flores una Trampa? Que nos miran bellas, perplejas.

Mediante archivo fotográfico encontrado, proveniente de su padre, Dávila hace un anuncio sobre las Montañas de Nuevo León, sobre saberlas en la infancia y extrañarlas en la adultez al mirar la planitud yucateca. Una serie de flores que ha encontrado en su jardín le sirven a la artista para explorar la nostalgia y lo intimo que esta resulta, desde el gesto sutil de estas plantas tan pequeñas y en apariencia tan frágiles, que evocan tanto la vida como su propia fuerza en constante movimiento.